Friday, January 20, 2017
EL HUMOR DE PEPE PELAYO - ¿Los políticos no tienen ni un pelo de tonto?
Los
poderosos tienen peliagudos problemas, pero como no tienen pelos en la lengua y
son gente de pelo en pecho, sólo dicen: “el mal ajeno, del pelo cuelga”.
¿Cuál
es la relación entre calvicie y poder? No lo sé, pero he hecho un
análisis banal -o banálisis,
como le llaman en ciertos círculos- sobre el tema. Por ejemplo, la calva les ha
preocupado desde siempre a los poderosos. Hace 4 mil años, el emperador chino
de la dinastía Hio, Chu-Kang, le pidió a su médico que le “curara” la caída de
pelo de su cabeza (a su médico de cabecera, supongo). Pues el doctor le untó un
ungüento y le contó uncüento,
asegurándole que su remedio era milagroso. Cuando le despegó aquella cosa
pastosa de la cabeza, casi le dejó los sesos a la interperie al pobre
emperador. Por supuesto, el “doltol” sufrió lo que hoy se conoce jurídicamente
como tortura china.
La lista de los sin pelos en el
poder es larga: Churchill, Mussolini, Franco, Nikita Jrushchov, Gorbachov o Yul
Brynner (cuando hizo de Rey de Siam), etc..
En la actualidad: Pedro Pablo
Kurczynski de Perú, Luis Guillermo Solís de Costa Rica, Károlos Papulia de
Grecia y muchos más. Y podemos sumar… (no, “podemos” no, porque son políticos
con coletas), y si sumamos, decía, a los de grandes entradas (quizás sean
salidas, según las encuestas), como Hollande de Francia y Michel Temer de
Brasil, la lista sería interminable.
Y no olvidemos a los que lucen
una frente que les llega a la mitad del cráneo, como el caso del presidente
Salvador Sánchez de El Salvador, que tiene una tan amplia frente, como un
Frente Amplio. O mejor un Frente Farabundo Martí, algo que tiene lógica
relación, porque ellos entrenaban en Cuba y Martí, el prócer cubano, gastaba
una frente XXXL, sobre todo cuando se lo decían y se enojaba (momentos en que
se conocía como Furibundo Martí).
¿Y Abdelaziz Buteflika de
Argelia? ¡Se deja crecer bien largos los pocos pelos que le salen de encima de
una de sus orejas, para peinárselos aplastados a su calva! (Tal y como trata de
tapar la corrupción de tantos años en el gobierno.)
Como ven, hay una real
vinculación entre calva y poder. ¿Se sienten más potentes como Samsung, perdón,
como Sansón con su pelo? O al revés, ¿prefieren las calvas por mostrarse más
viriles y poderosos? No sé.
Quizás sea bueno esperar a lo
que suceda con Trump. Él en su campaña dijo que si ganaba no se cuidaría sus
implantes. Pero conociéndolo, es probable que no soporte ser calvo y se cubra
con un casco, el cual no le vendría mal cuando visite el muro que desea
construir hacia México. Claro, que no confíe en la protección del casco. Está
probado científicamente que es un misterio el altísimo porcentaje de gente que
no lo tiene puesto al ocurrir el accidente. Además, los cascos no son
glamorosos. No veo a Trump en frac y con casco llevando a su señora a la Ópera…
Perdón, ¿Él va a la Ópera? Bueno, sí, a la Ópera-ción Triunfo, o a la
Ópera-tion Repo.
¿Y qué pasa con Putin, ese otro
calvo Trumposo? A él le aconsejaría que si se va a tapar la cabeza, que lo haga
con esas prendas de vestir que van con una capucha incorporada. Los jóvenes,
sobre todo los que viven la cultura rapera y reguetonera, la usan. Quizás la
use el mismo hijo de Putin (con todo respeto). Pero no deseo ahora involucrarme
en una discusión bizantina, persa o sarracena sobre las causas
psico-sociológicas de esa moda de imitar a los frailes franciscanos. Sólo diré
que esconden sus cabezas ahí, porque así creen que ni los ven a ellos ni ellos
ven a nadie. Eso le vendría bien a Putin, por su vocación tan nacionalista,
¿no?
En fin, si los poderosos no les
agrada perder el cabello, que no protesten, por favor, que no se pongan tan
protestantes, porque quizás sean calvinistas por convicción, pero ahora serán
“calvistas” por obligación. En todo caso, el calvario es nuestro que estamos
hasta el último pelo de muchos de ellos.
Por no tener respuesta a la
inicial pregunta, me quedo con estos versos del gran Quevedo:
“Pelo
fue aquí, en donde calvero: / calva no sólo limpia, sino hidalga, / háseme
vuelto la cabeza nalga, / antes gregüescos pide que sombrero”.