Wednesday, November 09, 2016
ENTREVISTA | Andrés Rábago - "Más que una crisis, estamos ante una voladura controlada del sistema"
"Más que concienciar, lo que busco es clarificar o ayudar a dar a
luz lo que está ahí. Hago un trabajo un poco de partera", explica El
Roto sobre su obra.
Andrés Rábago (Madrid,
1947) es El Roto, aunque antes fue OPS.
Bajo estas dos firmas lleva más de cuatro décadas poniendo imagen al
inconsciente colectivo español a través de sus viñetas. Hoy publica en El País,
como antes lo hizo en Hermano Lobo, La Codorniz, Madriz, El
Independiente o Diario16.
Rehúye la etiqueta «humorista», prefiere referirse a sí mismo como «dibujante
satírico». Al tiempo que el dibujo y bajo la firma A. Rábago ha desarrollado una obra pictórica
que, si bien menos conocida, resulta tan magnética e inquietante como sus
viñetas. En su haber cuenta con varios reconocimientos, entre los que destaca
el Premio Nacional de Ilustración en 2012. Ha publicado una veintena de libros
con sus trabajos, como los recientes Viñetas para una crisis (2011), Camarón que
se duerme (se lo lleva la corriente de opinión) (2011), El libro
verde (2014) o Desescombro (2016).
Nos citamos en Valle de
Cabuérniga, en Cantabria, un entorno apacible que invita a la reflexión, marco
inmejorable para hacer un recorrido por la trayectoria de una de las figuras
clave del humor gráfico español del último medio siglo.
Mientras
preparábamos la entrevista, no dejábamos de pensar en la figura de los
heterónimos de Pessoa a propósito de los tres nombres con los que usted firma
su obra, esto es, OPS, El Roto y A.
Rábago. ¿Cómo los concibe y qué relación hay entre ellos?
Porque hay un momento en el que OPS y El Rotoincluso conviven…
La desaparición de OPS tiene que ver con razones históricas:
el contexto social y político había cambiado y el lenguaje que corresponde a OPS ya no resultaba útil. La utilidad de
todos mis trabajos es esencial para mí; los concibo como un tipo de servicio
que puede traducirse en cierta influencia. Creo que, en un momento determinado,
al cambiar la sociedad, OPS pierde sentido; pertenece al
tardofranquismo, una época en la que el silencio se imponía de muchas maneras.
De hecho, una obra de aquella época, un cortometraje, se titulaba La edad del
silencio. OPS practicaba un lenguaje mudo y nunca
quise ensuciar ese vehículo con el recurso al texto. Entonces, digamos que fue
de forma casi natural, orgánica, el desarrollo de nuevas formas de expresión y
lenguajes que iban aproximándose a lo que yo quería hacer. De hecho, aunque
parece que pasó desapercibido, El Rotoya estaba en la época de OPS,
con dibujos en la revista Hermano Lobo, si bien éste era el
actor principal. Aunque OPS dejó muchos blocs de ideas sin
realizar, creo que podría haber tenido algo más de trayectoria en un terreno
entre poético e ilustrativo, pero yo percibía que necesitaba otro vehículo que
me llevase más adelante en el tiempo.
Rábago, por su parte, está desde el principio, pero era una fase de
aprendizaje lento y tortuoso, porque dibujar y pintar son dos cosas que no he
nacido sabiendo, sino que he tenido que ir aprendiéndolas poco a poco y con
bastante esfuerzo. Durante los primeros tiempos, el trabajo de Rábago estaba centrado en aprender a pintar,
si bien ya intuía un territorio potencial, pero aún no lo tenía claro. Así, el
dibujo y la pintura, que diría que ha sido mi primera afición, están unidas
desde el principio. Incluso más, hasta mucho más tarde no tuve en el dibujo
referentes importantes, dado que mi fuente de inspiración la encontraba en los
grandes maestros de la pintura.
¿Cómo se introduce en el
mundo de la ilustración? ¿Qué nutre el imaginario de un muchacho de entonces?
Curiosamente, en mi casa siempre ha habido libros de
arte, por lo que siempre he sido más visual que lector y desde niño he tenido
en mis manos libros de arte que creo que fomentaron mi afición. Por otro lado,
no cabe duda, casi todos los dibujantes, como casi todo el mundo, han tenido
papeles y realizado dibujos desde muy pequeños, sólo que algunos decidimos
proseguir con ello después. Creo que la voluntad de dibujo es innata en el ser
humano. Entonces, el nutriente principal de esa época eran los libros de arte.
Además, me recuerdo desde niño haciendo dibujos tipo chistes. El primer libro
que cayó en mis manos y que fecundó esa línea fue uno de [Joaquín] Xaudaró,
donde vi por primera vez dibujos de humor. Eso fue lo que encendió la mecha,
pero la mecha ya estaba ahí. De alguna manera creo que todos seguimos una línea
trazada, que indica aquello que venimos hacer, y que podemos hacer o no hacer
-depende de muchos factores-, pero en mi caso lo he podido llevar a cabo por
razones que ni yo mismo comprendo. Tuve facilidad para publicar en los medios
desde muy pronto y mantenerme en ellos de forma casi mágica. El primer sitio en
el que publiqué, por ejemplo, fue en La Estafeta Literaria,
del Ateneo de Madrid, aunque no recuerdo ni siquiera qué hice, porque no guardo
ningún recorte. Y poco después empecé a colaborar con algunas de las revistas
más avanzadas políticamente de la época.
¿Ya firmaba como OPS?
No recuerdo si los dibujos en La Estafeta
Literaria iban bajo esa firma, pero los demás sí. Ese seudónimo está
desde el principio, porque OPS pertenece a una época en la que
todo eran siglas. OPS era una sigla más.
A OPS corresponde
un estilo más visceral, más crudo si lo comparamos con El Roto,
quizás más sutil. ¿Qué significó OPS y qué pervive hoy de
aquel primer desarrollo conceptual?
Viñeta
de OPS. | WWW.ELROTO-RABAGO.COM
Depende. Creo que OPStambién tenía una
veta subterránea. Lo que sí hacía era mostrar de una forma más cruda ese
territorio sumergido, oculto, pero yo creo que en ambos habita una cierta
ternura detrás de una aparente brutalidad. De todos modos, no hay que perder de
vista la época, ya que entonces el surrealismo aún tenía cierta vigencia, y ese
lenguaje está presente en muchos trabajos de OPS. Aunque debo
añadir que nunca he practicado las técnicas de pensamiento automático que
caracterizaba a esa corriente. Yo creo que en ese momento había una mayor
libertad para hacer cosas en medios no marginales, cosas que hoy probablemente
no interesarían o serían apartadas.
Quisiéramos conocer su
opinión sobre si debe haber límites en la sátira. Tenemos en mente casos muy
controvertidos, tales como las publicaciones Charlie Hebdo en
Francia o El Jueves en España, por mencionar sólo dos
ejemplos.
No es un problema de la sátira, sino de los que la
utilizan para crea problemas a su vez. Los casos que mencionas no tienen un
contenido problemático en sí; son los que quieren usar ese contenido para sus
agendas políticas los que hacen de eso un problema. Es decir, el problema no
está en la sátira, sino en aquellos que atentan contra los dibujantes que hacen
sátira. Eso hay que dejarlo bien claro. No podemos entrar a juzgar si esto o
aquello se puede o no se puede. Es cierto que, primero, el límite de hasta
dónde se quiere llegar lo marcan los directores de las publicaciones, pero
considero que el dibujante debe ser libre para hacer aquello que crea que es
útil o que tiene sentido. Luego podemos entrar a valorar si lo es o no, pero
eso ya es otra cuestión. Pero si decidimos que lo que molesta a alguien
concreto no se debe publicar, entonces no publicaríamos nada. Yo creo que el
foco hay que ponerlo en los violentos, no en los dibujantes.
Bajo la firma de OPS,
los dibujos no van acompañados de texto. Sin embargo, en El Roto los
textos son parte fundamental de las viñetas. ¿Cómo se produce ese cambio y qué
significó?
El nivel de OPS es más interno, está
en el territorio de lo psicológico. Trabaja más con las emociones, con la parte
más inconsciente del hombre, no la parte más elevada o profunda, sino algo más
visceral. Es una especie de limpieza de fondos, de ver qué hay dentro, qué
pulsiones hay dentro de cada uno de nosotros. Esa limpieza de fondos era útil,
porque no era sólo necesaria para cada uno de nosotros -dado que yo considero
que la totalidad de cada sociedad está en cada individuo-, sino que también era
algo que la propia sociedad tenía que hacer. Es decir, que la sociedad española
de esa época tenía una cantidad de basura y podredumbre acumulada a lo largo de
décadas y décadas de franquismo que había que sacar a la luz, había que sacar
fuera todo aquello que estaba oculto. Esa fue la labor de OPS y
por ello algunas de sus imágenes eran bastante revulsivas para la época. Fue un
trabajo esencial, muy importante para saber qué había más allá.
Una vez producida esa introspección y liberados todos
esos fantasmas, había que salir a la calle y enfrentarse con lo que había
fuera, que es lo que la propia sociedad en aquel momento realizó: empezaron las
manifestaciones, las protestas… empezó la expresión libre de lo que estaba ahí
larvándose. Esto ya correspondía a otro nivel mental, más superficial o
externo. Y ese es el trabajo que ha realizado El Roto básicamente,
intentar explicar qué hay ahí fuera y de esa manera ayudar a esa visibilidad de
las cosas.
Hace unos años, en una
entrevista para la revista Jot Down declaró: «Mi trabajo no
busca un brillo propio, sino que siempre intenta ser útil socialmente». ¿Se
puede decir que el objetivo de El Roto es concienciar al
lector?
Más que concienciar, lo que busco es clarificar o
ayudar a dar a luz lo que está ahí. Hago un trabajo un poco de
partera, de ayudar a que salga a la luz o al menos alimentar algo que ya está
vivo en el lector. Nunca he creído mucho en el término «creadores», ni siquiera
para los aparentemente grandes creadores. Siempre trabajamos sobre algo que ya
está ahí, con el material que se nos da, tanto interno como externo. Entonces,
y sobre todo en épocas como la actual, en la que cada vez hay más medios que
tienen como función introducir en el ser humano cosas que no están en él o
manipular sus opiniones para beneficiar a los grandes poderes, creo que esa
función de clarificar o sacar a la luz lo que está ahí es mucho más útil.
¿Cómo es el día a día en el
trabajo de El Roto? ¿Tiene plena libertad para expresarse?
Siempre, la libertad es una de las premisas sobre las
que se basa mi trabajo. Desde el principio cuando entro en cualquier medio, lo
primero que pido es que no me den temas y que no me impidan tampoco tocar
temas. Pero eso también está equilibrado con el ejercicio de la
responsabilidad. Cuando estás en un medio público, sea cual sea, procuras ser
educado, lo cual no te impide decir lo que tengas que decir, naturalmente.
En el día a día me baso en la prensa escrita, sigo
creyendo en su función extraordinaria como testimonio de una época. Incluso
cuando falsean, cuando mienten o cuando manipulan queda el testimonio de su
manipulación, de su mentira. Todo está ahí escrito, es un documento. De la
misma manera, creo en el dibujo físico como documento y no creo en el dibujo
digital, que no deja testimonio.
Internet y las nuevas
tecnologías han cambiado la forma en que se elabora, publica y difunde la
información. ¿Han cambiado también su trabajo?
Viñeta de El Roto publicada por El País el 10 de enero
de 2013. |WWW.ELROTO-RABAGO.COM
No, en lo básico sigo los mismos métodos. Siempre he
trabajado con el medio-largo plazo, y la inmediatez excesiva de lo digital me
ha alejado aún más de los hechos aparentemente inmediatos. Yo creo que ya ni
siquiera los propios periódicos siguen lo que acaba de ocurrir, sino que ya
empiezan a trabajar con otra dimensión temporal.
Lo que sí noto es la dificultad de la lectura en la
pantalla; es mucho más fácil en papel y se fija mucho mejor en la memoria. Mi
opinión sobre esto es que hay una voluntad de que desaparezca ese tipo de
lectura, porque es útil para este sistema en el que estamos ya inmersos. Es
útil que las mentes sean frágiles, que sean fácilmente manipulables y eso lo da
mucho mejor ese tipo de lectura, rápidamente cambiante, que otro tipo de lectura
que va construyendo edificios mentales mucho más sólidos. Esto no es casual. No
es que sea un cambio tecnológico el que ha llevado a esto, sino que se
aprovecha ese cambio tecnológico para llevarlo en la dirección más acorde con
los intereses de los grandes poderes.
En 2011 publicaba su
libro Viñetas para una crisis (Reservoir Books), en cuyo
prólogo aseguraba que: «Es evidente que todos hemos participado de alguna
manera en la creación del monstruo económico que nos devora». Cinco años
después, ¿cree que hemos aprendido algo de todos estos años de crisis?
Yo creo que ya vemos con mucha más claridad de qué iba
todo. Creo que ya todo el mundo tiene claro que más que una crisis, estamos
ante una voladura controlada de un sistema que había dejado de interesar, ya
sea por razones económicas, ideológicas o de pura maldad incluso. Detrás de
todo ello hay una voluntad de dominio o de hegemonía por parte de un sistema de
pensamiento que quiere ocupar la totalidad. No se conforman con que un área ya
muy importante del mundo esté bajo su sistema de pensamiento, sino que quieren
exportarlo a la totalidad. Y esto es solo una primera fase, las fases
siguientes las iremos viendo.
En estos últimos años y muy
especialmente con la crisis, algunas de sus viñetas se han convertido en un
símbolo para los jóvenes, que pueden sentirse fácilmente identificados en los
temas que aborda El Roto -el movimiento 15-M o la emigración,
por ejemplo-. ¿Siente preocupación por la situación de los jóvenes tras la
crisis?
Son de ese tipo de cosas que ni siquiera piensas, sino
que surgen por sí mismas, y generalmente son las mejores. Ese tipo de cosas son
las que más me gustaría poder hacer, no sólo mostrar lo que está mal sino las
posibilidades de transformación que existen. Lo que tenemos enfrente es mucho
más frágil de lo que aparenta, y sin embargo no tenemos conciencia de la fuerza
que existe en cada uno de nosotros. Estoy convencido de que los jóvenes darán
respuesta y probablemente será una respuesta fuerte, pero requiere mucha inteligencia
y saber cómo canalizar toda esa inteligencia, esa voluntad y ese esfuerzo que
está en ellos. No me gustaría hablar exclusivamente de los jóvenes sino más en
general, porque inevitablemente tenemos que partir de cada uno de nosotros. Esa
confianza tiene que partir de cada uno de nosotros y esa es la fuerza
transformadora, no es una fuerza externa sino interna.
Hablemos de su obra
pictórica. A grandes rasgos, la pintura de Rábago se
caracteriza por su sencillez, tanto en el dibujo, que recuerda al de las
viñetas, como la paleta de color, que es plana y muy vibrante. Hay un elemento
de vanguardia y un elemento primitivo. ¿Qué motiva esta elección técnica?
Es el mismo sistema de pensamiento que utilizo para el
dibujo: máxima sencillez y máxima expresividad o, dicho de otra manera, la
huida de toda retórica. Todo aquello que enturbie o confunda lo elimino. Me
parece deshonesto utilizar falsas complejidades; cuando lo que buscas es la
claridad, es la luz, el utilizar ciertas ambigüedades me parece un contrasentido.
El uso de colores potentes es porque quiero que tenga una alta vibración. En
realidad, mi pintura se dirige a otros niveles de la consciencia. Mientras que OPS estaba
en el inconsciente, El Roto está en lo consciente, Rábago pretende
dirigirse a lo supraconsciente, lo que está más allá de nuestro nivel de
consciencia o al menos esos pasos que estamos intentando dar hacia ese
territorio, a pesar de que siempre habrá quien trate de cortocircuitarlo. He
llegado a la conclusión que la revolución sin evolución es a la larga volver al
punto de partida, si no hay evolución no hay posibilidad de revolución.
Entonces, el primer paso es el nivel evolutivo, y es ahí donde se mueve Rábago,
que va dejando constancia del caminar en esa dirección. De hecho, creo que parte
de la incomprensión que puede haber respecto a la pintura de Rábagotiene
que ver con eso, porque quizás la observación se hace desde un nivel de
consciencia inadecuado.
Y la cuestión sobre la nota
primitiva o primaria que late en los cuadros, lo puede comentar.
No es de extrañar que así lo veas, porque desde mis
inicios tuve claro que la pintura que se hizo en el antiguo Egipto es la cima,
es decir, no creo que se haya llegado mucho más lejos. Para mí, es la síntesis
máxima de lo transcendente reflejado a través de la imaginería de lo conocido.
Posteriormente, me empezó a interesar más la pintura tardomedieval del gótico
primitivo, más que lo hecho en el Renacimiento, durante el cual empieza a haber
un exceso de presencia del artista en detrimento de la propia obra.
¿Qué ha ocurrido con el arte
más próximo a nosotros en el tiempo?
Creo que se ha perdido la conexión con el público y
que se trata de recuperarla a través del espectáculo, o también, haciéndose más
social o más política. Se intenta recuperar la conexión que el arte había
perdido después de una deriva que al público no le interesaba, en la que
predominaba la especulación y el juego formal carente, en muchos casos, de
calidad y de contenido. Me parece fundamental recuperar esa conexión, aunque a
través de otros medios.
Los temas que predominan
están relacionados con la vida cotidiana, costumbristas hasta cierto punto.
Esa es una lectura errónea. Utilizo un lenguaje
metafórico en el que nada es lo que parece a primera vista. Tras una aparente
sencillez y cotidianeidad existe todo un trasfondo metafísico al que se accede
no por traducción sino por inmersión.
Eso explica el halo místico,
la contención contemplativa o, como comenta, la sensación de exploración, de
búsqueda que está presente en la obra de Rábago.
El pescador- óleo sobre lienzo. | WWW.ELROTO-RABAGO.COM
Sí, podríamos decir que es pintura religiosa, pero sin
el recurso a los símbolos con que, por cultura, tendemos a identificar con la
religión, porque eso sería Iglesia. Y no debemos confundir a los santos con la
religión. Dicho de otro modo, creo que se trata de recuperar el concepto de lo
sagrado que hemos perdido. Probablemente, el núcleo de nuestros problemas es la
ausencia de lo sagrado en nuestras vidas. Te pongo un caso: lo animalistas, a
los que respeto mucho, tienen dificultades para explicar el porqué de su
postura cuando dicen que hay que respetar a los animales porque son seres
vivos. Yo creo que la cuestión es que son más que seres vivos, creo que todas
las formas de vida son sagradas y como tal deben ser respetadas. Hemos
materializado todo de tal manera, que todo se ha convertido en mercancía y se
ha perdido el sentido de lo sagrado. Si no recuperamos ese concepto tendremos
problemas para contrarrestar ese avasallamiento por parte de la materia inerte.
Podríamos decir que ha
habido una consagración de la mercancía…
Sin duda. La religión es el dinero. Eso es el sistema,
pero no quiere decir que esa deba ser también nuestra vida, porque es algo
externo a nosotros. Yo entiendo que somos creadores de lo real y que, por lo
mismo, tenemos una gran responsabilidad en la configuración de lo visible.
Queremos preguntarle por
algunos de los motivos habituales en la pintura de Rábago.
Hay dos temas fundamentales: la búsqueda de la luz y
el trabajo del hombre. Y ambos temas son inherentes a la esencia de la pintura,
que es trabajo con la luz. Es decir, que ese elemento está integrado dentro de
la propia pintura, porque el pintor lo que hace es trabajar con la luz, con las
distintas formas en que la luz se refleja. Así, en el arte pictórico el
continente y el contenido viene a ser lo mismo, y es lo que le da más
coherencia. ¿Y algunos de los motivos? Tienen que ver con esta idea: las
ventanas, el mismo cuadro es una; los espacios abiertos, que cada vez son más
recurrentes, lo mismo que los lugares al aire libre, como los bosques, sitios
donde se producen cosas… En fin, es una obra muy abierta, por eso me resulta
más complicado hablar de ella, porque, así como con las viñetas lo tengo más claro,
está se está aún haciendo.
Las viñetas son de digestión
inmediata, pero la obra de Rábago requiere una digestión más
lenta.
Creo que toda la pintura necesariamente requiere más
tiempo. Mi idea es que entre, que penetre y luego que actúe. Por eso es que
siempre la pintura de Rábagoes aparentemente amable; quiere
acercarse con amabilidad, porque atropelladamente es más complicado acceder al
otro. Luego hay otra cosa: la pintura trabaja a largo plazo, tiene vocación de
perdurabilidad y además ha demostrado ser capaz de atravesar el tiempo, incluso
el que se cuenta por siglos. ¡Y cómo no confiar en un vehículo temporal tan
poderoso! Estas son de las cosas que más me gustan de la pintura.
¿Cuáles son sus fuentes de
inspiración de su pintura?
Es muy difícil. Casi todo lo que he aprendido lo he
aprendido en los libros y en los museos, que son mis dos grandes aficiones.
Pero es casi imposible darte nombres concretos, pero los grandes maestros
siempre están ahí. De algunos he aprendido y otros, si no aprendido, al menos
los he valorado. Pero se trata de influencias múltiples, más hoy en día, en que
esas influencias te llegan de todas partes. Finalmente, pertenecemos a una
cultura, somos un punto dentro de una larga tradición, por eso, aunque te guste
la pintura oriental, por poner un ejemplo, resulta muy complicado expresarse en
un lenguaje que no te es propio aun pudiendo valorarlo. Más cuando nuestra
tradición cultural es tan poderosa y su lenguaje y símbolos han atravesado el
tiempo y hoy siguen muy vivos.
Para terminar, querríamos
conocer su opinión sobre otras formas de expresión artística. Pensamos en casos
como la publicidad, en si hay una parte salvable desde el punto de vista
estético.
La publicidad es insalvable. De hecho, creo que
cualquier artista que entre, aunque sea mínimamente, en el territorio de la
publicidad habrá perdido una parte de su alma, quedando inutilizada para otros
fines más nobles. La publicidad lo corrompe todo, destruye todo lo que toca. No
deja de ser una prostitución y una mentira.
¿Y el graffiti?
No soy partidario del graffiti porque
para mí resulta una forma de imposición a todo el que pasa por allí. Dicho
esto, debo añadir que tampoco soy partidario de los anuncios en las calles o en
los espacios públicos, que me parecen igualmente una imposición muy molesta, un
modo de contaminación visual. El espacio público debe ser preservado lo más
posible como lugar de encuentro y meditación.
Estos contenidos son fruto
de la colaboración entre eldiario.es Cantabria y la Revista Amberes, una
publicación que se centra en temas relacionados con la cultura y
pone el foco en la literatura, el cine, la historia, la filosofía, la
música, el arte, la tecnología, la ilustración o el cómic, entre otros asuntos.
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La entrevista está realizada
por Keruin P. Martínez, Eduardo García Escudero y Mario González-Linares.