J. Bosco Azevedo es un caricaturista sin piedad, tiene el valor de criticar todo lo que le parece preocupante en la sociedad brasileña, y también en el ser humano, con humor, ironía e ingredientes del absurdo. Cada vez que abre una puerta lleva una caricatura en la mano. Su producción es infinita, no se detiene. Su mente entrena diariamente.
Están en su diana: políticos corruptos, el egoísmo, el desprecio al medio ambiente, la avaricia, el dogmatismo religioso, la indiferencia social, las vanidades humanas, las contradicciones sociales…
J. Bosco cuenta con treinta años de experiencia profesional y lleva veinticuatro publicando diariamente sus ilustraciones y dibujos en el diario brasileño
O Liberal, de Belém do Pará. Ha ganado varios premios a nivel nacional e internacional en salones de humor gráfico y tiene cinco libros editados. También ha publicado sus diseños en las revistas Veja, Você SA, Semana, Imprensa, Focus, y en la francesa Le Monde Magazine. Es autor de las tiras cómicas Colarinho pão e vinho, Capitão feijão y Mundo cão. La caricatura personal es otro de sus fuertes, y ha expuesto sus obras en Japón, Bélgica, Irán y Brasil.
Desde niño –dice Bosco- me gustó el humor, y fui influido por los dibujos animados de Hanna-Barbera, que veía en la televisión. Estudié de forma autodidacta a los grandes maestros del humor gráfico y realicé diversas investigaciones sobre el tema. Con el paso del tiempo he encontrado mi estilo, y en mis caricaturas me he centrado en las condiciones políticas, sociales y económicas de Brasil. Mis dibujos están basados en las noticias del día a día de la realidad de mi país.
El humor ayuda a pensar – añade- y la crítica de los dibujos refleja el pensamiento de los ciudadanos. La prensa brasileña valora mucho los dibujos humorísticos y satíricos, y cada periódico cuenta con la obra de dos o tres caricaturistas para dar una opinión, ilustrar un editorial o un artículo.
