En el cine, ser director es velar por todo el conjunto de la obra. Y para ello es fundamental el trabajo en equipo, o sea rodearse de un grupo de colaboradores que te apoyen en todo momento y tengan bien claro lo que pretendes hacer, la historia que quieres comunicar, con la emoción, el suspense, el humor, el drama o la tragedia que la inspira, según sea el caso.
Si algo admiro de Woddy Allen es la impronta personal que da a sus películas. Su estilo es bien reconocido, al punto que cuando no actúa en sus filmes, los intérpretes siguen sus pasos de personaje neurótico, en ocasiones, y reproducen sus gestos y manías. En “Midnight in Paris”, el personaje del escritor bohemio Gil Pender, interpretado por Owen Wilson, se identificaba con la manera de hablar y gesticular de Allen.
El director español Pedro Almodóvar, premiado internacionalmente, mantiene en sus filmes su peculiar mirada artística. Desde “Mujeres al borde de un ataque de nervios”, pasando por “Todo sobre mi madre”, “Hablé con ella”, hasta “Volver” y otros filmes, su obra está marcada por la presencia de diversos elementos como el naturalismo, el humor negro, la critica anticlerical , el sexo, el melodrama y también la música, especialmente los boleros.
Michael Moore, ese documentalista que no nos deja impasibles con sus filmes, tiene la virtud de enfrentar temas fundamentales como la globalización capitalista, la guerra de Irak, las trampas de las grandes empresas, el uso de las armas en USA, la política de Bush…En su última cinta “Capitalismo, una historia de amor” nos muestra las causas de la reciente crisis económica que afecta al mundo.
¿Y qué decir del maestro Alfred
Hitchcock, el mago del suspenso? Su nombre figura en la historia del cine, con letras mayúsculas. En su filme “Psicosis”, la escena del asesinato de la protagonista en la ducha es una de las más impresionantes, jamás logradas.
Estos directores de cine y otros más, han llamado la atención de caricaturistas brasileños, quienes en su expo Oscartoons, les rinden homenaje.